En el 2018 fui dama de honor. Y como viajé a tierras lejanas, decidí aprovechar para pasear por otros países. Así llegué a Porto (Portugal), la ciudad de Harry Potter. Me hospedé en un hostel muy cerca de la torre del Clérigo y de la librería Lello.
El primer día estaba tan cansada que pasee muy poco. Estaba agotada. De regreso a mi habitación me di cuenta que mi cuarto de hostel tenía un balcón. Y así me encontré con la luna. Ella me habló, me dijo: “ven aquí”.
Me emocioné. Y, luego de aceptar mi destino y entregarme al universo, descubrí que quien me habló era un equis desde el primer piso, porque estábamos encima de un restaurante. Para colmo, no me hablaba a mí.
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, Powershot SX530 HS.
Porto, Portugal. 2018.
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