Behind historia #69: Pan de noche con reflejo.
- Valeria Venegas Salinas
- hace 11 minutos
- 1 Min. de lectura
Esta es una triste historia. En el 2017 viajé sin compañía como mochilera durante cuarenta días por Europa (eso no es una triste historia, eso es un sueño de vida cumplido) y a mitad de viaje, específicamente cuando pisé Ámsterdam, me sentí muy sola. ¿La razón? Estaba en una ciudad llena de amigos. Y digo que es una triste historia, porque sentí ese vacío que a veces aparece. Como cuando se termina una serie que te tenía atrapado o alguna persona querida se muda de país.

Yo sabía que eso podía pasar. Era la primera vez que me alejaba tanto tiempo de casa y, a decir verdad, ya me estaba cansando. Además, la ciudad fue una parada que no me ilusionaba tanto, pero me atraía la historia y la libertad que emanaba. Pues, algunos museos me desilusionaron. La casa de Ana Frank me destruyó emocionalmente y cuando regresé a mi cuarto, la primera noche, me tuve que cambiar, porque la cama que había separado estaba mojada y había muchas botellas de cerveza en la habitación. Me dio miedo dormir ahí.
Entonces, después de instalarme en mi nuevo cuarto, salí a caminar por los alrededores y vi mi reflejo. Y me acordé, que así físicamente estuviera sola, tenía la mejor compañía del mundo: yo. Tal vez no es tanto una triste historia después de todo.

👉 Si quieres leer más historias así te invito a explorar el blog.
___
Ficha Técnica:
Apple, Iphone 5S.
Ámsterdam, Holanda. 2017.
Comentarios