En Sevilla hacía un calor espantoso a mitad setiembre, no importaba la hora. Caminaba por las calles en busca de un refresco cuando vi una puerta abierta con una plaza dentro. Decían que el rey tomaba sus naranjas de esos árboles y, seguramente, bebía su jugo.
Cuando volteé a admirar el lugar (resultó ser el patio del palacio Real a.k.a. Dorne), me gustó cómo la luz se reflejaba en el suelo. Luego noté a la Giralda, la torre más famosa de Sevilla. Pero mi cámara de fotos no tenía bateria y solo contaba con mi celular barato...
Por eso la foto quedó extraña.
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Huawei, P20.
Sevilla, España. 2018.
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