Antes de que comience la pandemia (y de que el mundo cambie), fui a celebrar año nuevo a Naplo con un buen amigo y su familia. Recuerdo que esta foto la tomé desde la terraza de la casa donde nos quedamos, tomando café el 1 de enero. El sol estaba fuerte y siempre que el sol está fuerte, el atardecer se puede aprovechar.
El contraste de la foto es natural. Solo me concentré en enfocar a la niña para generar contraluz y para que la cámara pueda captar los colores amarillentos. Y como siempre digo, Lima en verano tiene los atardeceres más bonitos.
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, Powershot SX530 HS.
Lima, Perú. 2020.
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