Para mi cumpleaños #30 decidí viajar a un lugar desconocido: Tarapoto. ¡Nunca había pisado Tarapoto! ¿Pueden creer? Era mi primera vez en las tierras del Tunche. Estaba tan emocionada que en lugar de procrastinar el armado de mi maleta para minutos antes de que me recojan para ir al aeropuerto, la hice con muchas horas de anticipación…
pero la dejé abierta mientras elegia qué llevaría y Kala aprovechó para escarbar mi ropa y depositar su cuerpo. No quería que me vaya.
Luego de sacar a mi intrusa de la maleta, viajar, relajarme al lado de la piscina y ver a Perú jugar fútbol contra Suecia, fui a la discoteca Anaconda. Al día siguiente, conocí la laguna Azul. Ahí tomé la foto de la gallina que se escapa de la foto mientras el caballo come.
Y de pronto, el caballo se acercó para oler a mi amiga que estaba dormida, ¡ella saltó hasta las nubes! Como se supone lo haría un samurái.
Bah, no sé si los samuráis saltan, de repente como un ninja.
(la blureo para que no reniegue).
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, PowerShot SX530 HS.
Tarapoto, Perú. 2018
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