Afuera de la catedral de Porto se encuentra esta especie de columna con dos manguitos. De acuerdo a mi guía turístico (es decir, los Sandemans, a quienes recomiendo al 100%), aquí es donde el dictador Antonio de Oliveira Salazar mandaba a colgar a sus detractores. Era un mensaje para el pueblo que vivía abajo, porque al levantar la mirada podía ver los cuerpos pudriéndose bajo el sol.
Me llamó mucho la atención que el dictador tome la catedral con este fin, pero más me sorprendió la baranda para entrar a ella: ¡era una serpiente!
Porto es una ciudad especial, no solo porque es considerada patrimonio de la humanidad, si no también (y la razón por la que decidí conocerla por sobre Lisboa) por ser la cuna de Harry Potter. Y para quien haya leído tan magnifico libro se podrá dar cuenta que en lo que les he contado hay una coincidencia importante: el dictador se apellida Salazar. ¿Cómo quién? ¿Y qué tiene la baranda? Si no has leído Harry Potter, anda ahorita a la tienda.
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, Powershot SX530 HS.
Porto, Portugal. 2018.
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