Historia #9: Pan partío.
- Valeria Venegas Salinas

- 7 jul 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 6 ago

Hace dos marzos, todas las noches un chico se sentaba en la fría banca del parque para suspirar. Lo hacía tan fuerte que todos los vecinos escuchábamos cuando llegaba y cuando se iba... Hasta que un día nunca más sucedió. Por eso, estábamos preocupados, ya nos habíamos acostumbrado a su ventosa compañía.
Hace unas semanas, una nueva persona se sentó en la fría banca del parque para suspirar. Admito que la curiosidad me llevó a preguntarle sobre sus intensiones. Me dijo "este es el mejor lugar de la ciudad para bajar la luna" y luego me miró con una seriedad.
Yo no supe qué decir, solo levanté la observé la luna. La mitad de ella me decía que era verdad, pero la otra... Antes de siquiera responder, la persona se levantó. Me dijo que él no era segundo de nadie. Y se fue.
___
Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, Powershot SX530 HS.
Porto, Portugal. 2018.










Comentarios