Behind historia #2: Pan con colores.
- Valeria Venegas Salinas

- 15 nov 2022
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 15 oct

Cuando tomé esta foto ya estaba enamorada de la ciudad. Esa es la típica respuesta (lo del enamoramiento) cuando se trata de Paris, pero los clichés lo son por una razón. Por eso amé el Louvre, el salón de los espejos en Versalles, las calles sin salida y me introduje en la mente de María Antonieta... antes de la guillotina.

Porque parada en el andamio se debe haber arrepentido de decir lo de las tortas… eso de “que coman pasteles” cuando le comentaron que el pueblo no podía comprar pan, aunque dicen que eso se lo inventaron para culparla. Nunca lo dijo.
Antes de llegar a Paris, mi tía me agendó un paseo por el Sena, en la ciudad más romántica del mundo, ¡y yo lo hice forever alone! Porque me había ido a mochilear 40 días por Europa, un sueño cumplido antes de los 30.

Entonces, la foto la tomé en el mismo rio Sena, debajo de un puente muy famoso y es mi imagen favorita.
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Ficha Técnica de la foto en el microcuento:
Canon, PowerShot SX530HS.
Paris, Francia. 2017.







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